lunes, 27 de agosto de 2018

Paisajes rotos
Abnegacion rampante 
Dicotomia en el aire
Ambivalencia 
La dualidad te persigue los pasos 
El reflejo en el agua
Peligro de ser dos o cien
Mil noches en mi sombra
Detras de tu cabello
Hay un mounstro
Que se alimenta de recuerdos sordidos
Y mañanas de domingo

Rumores de undidura, suspiros ahogados y presagios de silencio 


Cuesta ver tu silueta 
entre tanta agua
entre tanto naufragio 
divago y no consigo 
tan siquiera recordar
mi nombre de tres silabas
silbas o cantas 
en la oscuridad
por sobre el tumulto 
pero
apenas puedo oir un quejido distante
que a ratos confundo 
con ecos de mi propia voz 
una isla que deje con llave
hace ya mas de mil lunas
 
me toca el barco de los ahogados 
y araño el ultimo respiro de oxigeno
antes de sumergirme por completo-
primero los pies claro
luego el cabello, 
me gusta ver como se alborota entre la corriente
la espalda es lo mas dificil
 pero ya estas dentro 
el cuello se resiste
 pero ya estas boca abajo
contando los segundos
recordando viejos aires 
    que abajo no pueden olerse
te aferras a la ultima lucidez consciente
antes de caer por completo 
en el fondo oscuro que no tiene nombre 
donde las voces callan 
y el silencio araña fuerte las piernas
el frio oscila 
entre temperaturas bajas e insufribles 
pero nunca es suficiente para matarte por completo
te mantiene así
vivo y latente de la hipotermia 
sin un dejo de simpatía 
entre tus dientes resonantes,
tiritas entre noches,
  la oscuridad no permite colores a la sombra.

mientras la isla entera 
 escombro derrotado 
 en cambio 
se resiste a la undidura voluntaria 
se plasma a la superficie
como aferrándose de un aire que no existe
por el puro capricho
de ver el cielo de día 


miércoles, 22 de agosto de 2018

Casi que aprendimos a mirarnos,
En la condescendencia infortuita de nuestros pasos al bailar
Colina abajo rode un siglo entero
Te manche el rostro y los zapatos
Hace ya más de cien lunas 
Cuando eramos enamorados torpes y siniestros
Ahogados en un mar de supuestos y mareos nocturnos
De charcos de verano y lluvias en pleno diciembre
la lugubre mania de someterse a altas temperaturas
Para probar
Solo para saber
Que más
Que hay detrás del sol
Detras de las pestañas cobrizas que penetran mar y silueta
Casi que aprendimos a mirarnos
Entre desafortunados espasmos de cordura y lucidez
Que pocas veces se oyen debajo del agua
Casi que aprendimos a mirarnos
Con tus manos sueltas y la cabeza empedernida en tumultos solo tuyos
Y esas voces que son solo mias
Que aveces hasta crees oir
Casi que aprendimos a mirarnos
Sin ojos,sin labios
Sin sol y sin cielo
Te vi las sombras
Y tu alcanzaste a ver mi noche

domingo, 12 de agosto de 2018


LA  RABIA

sube el calor desde los pies hasta la medula 
hierbe la sangre
sube poco a poco el magma por cada arterea
no alcanza a evaporar los malos presagios
te arde la lengua
las ideas se incineran apenas las toco 
no te detuviste a tiempo
la ansiedad te mordio todas las uñas

la calma es cuento de dias pasados
sueño que se acaba
lo sabias 
la lucidez te golpea fria y siniestra 
pero no es suficiente 
por dentro ardes y quema 
  no es suficiente 

las palabras consiliadoras
el humor de medio dia
el amor que intenta escalar las ventanas 
no es suficiente

intentaste ser la fogata
pero acabaste siendo el incendio
carbonizada, piel y escamas 
catastrofe y vehemencia

desde la ceniza volveremos a nacer
lo muerto no vuelve a morir 






jueves, 2 de agosto de 2018

la hormiga camina por la hoja
sin saber del arbol
la estrella no sabe que es cielo
sin verse de lejos 
pegados siempre a nuestros propios rostros. 
                                               no alcanzo a verme los ojos 

saliva maritima
al borde de un vacio profundo
que no tiene fondo
extremidad rota
como el cielo de esa noche
humedad en los dedos
mojados de sangre
que cubrio toda la piel y la cama
los doctores dicen que no volverá a volar
pero que saben ellos
 de huracanes en la lluvia
de vientos sin correa
de la luna a medio día
que saben ellos de salvia nocturna y girasoles de arena 

extremidad rota
la pierna no pudo sotener todo el peso
de todas las mañanas de domingo 
y las voces encerradas 
en atardeceres sin cielo

techos mojados de lluvia
casa inundada
y colchon subterraneo
tanto hueso roto en la memoria 
que no pudo contenerse 
en el archipielago flotante
de lo que nunca se conviertió en voz

el dolor oscila entre los pies y las caderas
pestañeos quebrados 
y pabellon mutilando 
zic zac en los puntos 
las heridas aun sangran
te descuecen  las memorias
matico para que selle 
pero aun sangran 
te descuecen por dentro
heridas de hace una decada 

la pierna no pudo sostener todo el peso
tanto hueso roto en la memoria
termino quebrando todos los soportes.